jueves, 12 de enero de 2012

Tú eres mi luz

Tú eres, Señor, mi luz y mi salvación;

Eres la luz para mis pasos, ¿a quién he de temer?

eres el refugio de mi vida, ¿quién me hará temblar?

clip_image002

 

En ti está mi confianza y en tus manos mi vida;

mi corazón está firme y animoso estando contigo.

 

Aunque acampe un ejército contra mí;

aunque luchen contra mi vida

las fuerzas del Maligno;

aunque me cerquen por todas partes

y me aprieten en su cerco,

mi corazón no teme; está seguro en ti y resiste.

 

Aunque estalle una guerra contra mí

y tiemble todo, aún así, Señor,

estoy seguro contigo en medio de ella.

¿A quién he de temer, Señor, si estoy contigo?

 

Una cosa te pido, Señor;

una cosa busco con pasión;

habitar en tu casa, Señor,

sentarme a tu lado,

estar contigo todos los días de mi vida.

 

Quiero gustar tu dulzura,

Señor, y tener la seguridad

plena de que tú me amas

en el día del peligro

me darás cobijo en tu cabaña;

me esconderás en lo escondido de tu tienda;

y mi pie estará seguro sobre tu roca firme.

 

Contigo, nada temo;

tu poder es mi defensa y salvación.

 

Tú eres mi auxilio: no me abandones, no me dejes solo.

Yo estoy seguro, Señor, de que si los seres más queridos me abandonan, Tú nunca harás eso, Tú estarás siempre a mi lado y me acogerás…

 

Yo quiero ver tu bondad, Señor, y saborear tu ternura;

aquí, ahora, en la tierra donde vivo: hazme gustar tu amor.

clip_image008

Yo espero en ti, Señor, yo sé que contigo

mis problemas tienen salida;

yo espero en ti, Señor, y estoy seguro

de que nunca me dejarás solo.

 

Tú me hablas al corazón y me dices:

“espera en mí, confía en mi gracia”.

Mi corazón te dice, Señor:

“creo en ti, estoy seguro a tu lado”.

(Adaptación del Salmo 26)

No hay comentarios:

Publicar un comentario