las gracias necesarias para amarte,
Tú que eres el Camino,
la Verdad y la Vida.
Concédeme las gracias necesarias
para entregarme sin medida a Ti, que eres
El Camino que reorientas mis desvíos,
la Verdad de mis preguntas,
la Vida de mi muerte.
Concédeme el vivir siempre
abandonado a Ti,
a tu santa voluntad,
el gustar pronto de tu presencia,
de tu vida, de tu infinita alegría.
Aumenta mi fe,
para conseguir de Ti la fortaleza
de morir como moriste Tú,
con la mirada puesta en Ti,
como Tú la tenías puesta
en tu Padre Dios.
Haz Señor,
que anhele el martirio
para que un día pueda ver,
junto a ti en el cielo,
como mi vida y mi sangre
ha fecundado como semilla
de santos cristianos.
Te pido todo esto, Señor,
con infinita humildad,
vaciándome ante Tí,
y dejando que actúes siempre en mí.
No buscando engrandecerme a mí,
sino siempre glorificarte a Tí.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.